miércoles, 29 de marzo de 2017

LA COQUETA HABITACIÓN AZUL



Quisiera que supierais algo de mi antes de empezar con mi historia. Yo era una triste habitación gris que daba paso a un bloque de pisos, era insignificante y poco llamativa. lo único que tenía bonito era una gran ventana. Un día vino a visitarme una joven con mucha alegría en su cara, parecía que le gustaba. Su nombre era Cristina Díaz. Estuvieron mucho rato hablando mi dueña y ella. Por lo que pude entender Cristina se quedaba conmigo.
Era una chica soñadora y muy creativa. Su espíritu aventurero dio rienda suelta dentro de mí. Empezó a diseñar sencillos modelos que dibujaba en su mente y luego los pasaba a bonitas telas. En aquel momento pasaba por apuros económicos y no podía ir muy lejos con sus ideas, pero a pesar de todo me vistió con pequeños detalles que empezaban a llamar la atención. Yo estaba muy coqueta, me pintó de azul, colgó en una de mis paredes sus iniciales C.D, me decoró con sus bonitos vestidos. Aprovechó mi gran ventana para llenarla de telas muy vistosas y modelos para vestir a toda clase de mujer. El negocio no funcionaba todo lo bien que ella deseaba, su entorno era escaso y sus clientas también. Una tarde una niña paseaba de la mano de su madre y esta se fijó en el azul de mis paredes y en un vestido infantil de volantes rosa y gris que asomaba por mi ventana. La madre entró y se enamoró de mí, le gusté tanto que, a partir de aquella tarde, todas las amigas de dicha señora hablaban de la pequeña y coqueta tienda azul. Mi dueña, Cristina, empezó a subir dentro de su profesión, cada vez diseñaba más prendas con vivos y diferentes colores.
Ahora nos va muy bien, por aquí pasan clientas de todas las categorías, pero sobre todo de la alta nobleza. La autenticidad y la exclusividad nos hacen ser diferentes. Ya no soy azul, ahora Cristina me ha decorado de color rosa con rallas grises, quizá sea en recuerdo de aquel vestido de volantes rosa. Cada día oigo diferentes conversaciones de clientas, unas dicen que tengo estilo, otras que me falta clase, pero yo estoy contenta porque he pasado de ser una habitación azul con tan solo el sonido de un pedal de máquina a una alegre habitación rosa con el sonido de una máquina a motor. Vamos progresando. Mi situación me permite oír los planes de Cristina.  quiere que sea más grande que me una con las compañeras de al lado y las de arriba. Creo que ya veo mi futuro.
Seré grande y de varios colores, no estaré sola con una ventana, tendré compañeras de al lado, de arriba y abajo, nos unirán unas grandes escaleras las cuales dividirán prendas de mujer, de niño y caballero. Ya todos van a poder vestirse con la marca de modas Cristina Díaz, (C.D). Ya no trabajará sola con una máquina y un motor. Tendrá un gran taller donde trabajarán grandes modistas y sastres para poder satisfacer a todas las exigencias que aquí se pedirán.
Hemos crecido mucho desde que estaba sola y azul, ahora somos grandes y todos tienen que pasar por mí. Respiraré y desprenderé aires de grandeza.


MARÍA PÉREZ GARCÍA 16/03/17