jueves, 3 de julio de 2014

A mi mascota y amiga Panchi





Los amantes de los animales, sabran y podrán comprender lo que se siente cuando pierdes tu mascota, un pedacito de tu union familiar . Por su cariño, por sus sinceras caricias, su tierna mirada y sus ambles lamidos, pasan a ser algo mas que un perro.       ES TU PERRO.
Ves como de pronto le ha tocado la bola negra de la vida. Los accidentes son tan estupidos como inesperados. De estar vivos, bien y activos en un momento ya no estas, todo se ha terminado. A mi mascota y querida Panchi le había llegado su momento. La salvé de su primer accidente, pero yo creo que todo ser viviente y por lo tanto mortal, nace con sus dias contados, y a Panchi aunque muy joven, se le habían cumplido. Dos peligrosos percandes en menos de un mes y medio, significa algo.
Esta vez no pudo ser.
Se le echará mucho de menos. Un sincero adios amiga y querida por todos Panchi.
La perrilla mas guapa del mundo

sábado, 28 de junio de 2014

UNA NUEVA VIDA QUE VIVIR


  




       No pude dormir en toda la noche, por mi cabeza pasaron todos los recuerdos desde aquel día en el que entré en esta habitación, en esta casa. Vine cargada de ilusiones y también de miedos. Me enfrentaba a algo nuevo pero a la vez interesante porque era lo que yo había querido desde que empecé el colegio. Por fin empezaba la universidad. Sabía que tenía mucho que estudiar para forjarme un buen futuro y conseguir un trabajo que me permitiera vivir. El camino era duro pero la ilusión era más grande. Ocurrieron muchas cosas, conocí gente nueva, viajé, estudié y me divertí. Ahora todo eso ya ha pasado y soy una mujer diferente a la que entró en esta casa hace ahora siete años. Mañana mi vida tomará un giro de ciento ochenta grados.
    Por fin llegó la hora, me levanté agarré mi maleta,  cerré la puerta y después salí a la calle, todavía era temprano, además era domingo, todo estaba oscuro y en silencio, tan solo lo rompía el sonido del motor de un taxi que me esperaba. Eché un vistazo a mí alrededor y me despedí de todo lo que me había rodeado durante años. Me fui hacia el coche y nos dirigimos al aeropuerto, atrás iba dejando todo mi pasado y me enfrentaba a un nuevo futuro. Entré y busqué mi vuelo, me encaminé hacia la fila de embarque y empecé a caminar hacia ese avión que me llevaba lejos de todos los míos, pero en busca de la ilusión que un día aquí perdí. Subí a él y encontré mi asiento, y a un compañero de viaje que estaríamos juntos unas doce horas. Los dos nos saludamos y nos acomodamos esperando el despegue. Durante el largo trayecto tuvimos tiempo para hablar y contarnos el cómo y el porqué de nuestra aventura. Los dos coincidimos en que la situación de nuestro país nos obligaba a salir y buscar ese futuro que con tanta ilusión buscábamos cuando empezamos en la universidad. Somos jóvenes y nos gusta viajar, pero ahora esto es por imposición. El viaje fue largo y pesado, muchas horas de vuelo, pero al final llegamos.  Cogí mi equipaje y salí del aeropuerto. De nuevo allí empezaba a despuntar el día, pensé que el tiempo se había detenido  ¡Todo era tan grande y tan extraño para mí! Miré todo a mi alrededor y mi alegría fue inmensa cuando entre tanta gente desconocida vi una cara amiga que me esperaba. Corrí hacia él y nos abrazamos contentos de estar juntos aunque a miles de kilómetros de nuestra tierra. Nos cogimos de la mano y nos encaminamos en busca de nuestro sueño. Aquí y ahora empieza el tiempo de nuevo a correr y una nueva etapa comienza en nuestra vida.

viernes, 21 de marzo de 2014

Todos tenemos derecho a ser feliz




MI HOMENAJE A LOS DEL SÍNDROME DE DOWN.
Pilar, que lastima que nacieras tan pronto. Te recuerdo con mucho cariño, eras la insignia del barrio, eras la niña “rara”, te mirábamos extrañados tu carita redondeada y tus ojos achinados. No nos podías seguir en nuestros juegos, hasta que quedaste arrinconada por una sociedad que no te aceptaba. Hace cuarenta años estos niños eran “diferentes”
El tiempo ha pasado y todos hemos cambiado (gracias a Dios). Hoy en nuestros días un niño/a con estas características están integrados en la sociedad, son la alegría de sus padres que disfrutan de su dulzura y compañía. No necesitan abrir la ventana porque la luz del sol ya brilla en sus caras y en sus corazones. Su docilidad y simpatía atrae a cualquier persona que se acerca a ellos.
Hoy estudian, trabajan, bailan e incluso compiten, tienen el derecho a decidir por sí mismos y a tener una vida independiente. Todo o casi todo lo tienen a su alcance, y todo esto gracias a unos padres que no han parado de trabajar para que la vida de sus hijos se vea con normalidad ante una sociedad  que muchas veces suele ser cruel. Tenemos que pensar que todos tenemos derecho a ser feliz 
Mi incondicional apoyo a todas estas personas y a sus padres.

jueves, 20 de febrero de 2014

Andalucía


        ¡¡Que grande eres Andalucía!!
 Cuando paseo por tus carreteras viendo la grandeza de tu paisaje me estremezco. Cuántos campos verdes, cuantos olivares y viñedos, todos cuidados con el sudor de tus gentes. Cuánta riqueza encierran tus paisajes, tus montañas, tu apacible mar con olas que viene acariciar la arena, envidia de todos. Tu fauna preñada de ricos  y exuberantes especies, tu flora, tu sol resentimiento del mundo.
Cuánta cultura contiene los muros de tus monumentos, la historia grabada en cada escalón, en cada piedra, en cada rincón de tus pueblos.
Cuántos artistas, poetas, escritores y pintores has parido entre verdes olivos, entre pinos y marismas, todos grandes y orgullosos de su Andalucía.
Tu gastronomía la mejor del mundo entero, cada ciudad, cada pueblo tiene su estilo, pero siempre andaluz, como todos nosotros.
Muchos te quieren desprestigiar, te quieren robar tu encanto, tu embrujo, tu alma, pero eso no lo consiguen, cada uno de tus hijos esparcidos por el mundo te llevan muy dentro y se sienten muy orgullosos de ser  ANDALUCES.

FELICIDADES ANDALUCÍA Y ANDALUCES.

viernes, 31 de enero de 2014

Volvió la lluvia del ayer


         No me gusta lo que veo, no me gusta lo que oigo, el amor se desvanece, la frialdad del ser humano inunda nuestra sociedad, cada uno en su mundo y en su mente. Hoy me siento frágil y me asomo a la ventana del ayer, miro a través de ella y veo como volvió  la lluvia pero no volvió del cielo o del oeste sino la de mi infancia.  A través de ella observo ternura y alegría, veo ganas de vivir, en medio de todo esto, está mi viejo triciclo, azul como  un día de verano, brillante como la sonrisa de un niño, y está esperándome a mí. Cierro los ojos y me atrevo a pasar a través de la ventana, lo cojo,  me subo en él y me lanzo a la lluvia del pasado.
         Ahora estoy contenta, estoy feliz, juego en la calle con mis amigos, todos reímos y jugamos, los vecinos se saludan, hablan y   comparten emociones, los mayores hacen sus trabajos .Me veo correr hacia la figura de mi padre que me agarra con su fuerte mano y me hace sentir su calidez sobre la mía. Puedo sentir como apenas la posa sobre mi cabeza como si tuviera miedo a romperme, pero su mano es fuerte y firme, en ese momento no lo sabía, pero esa calidez paternal iba a ser uno de los recuerdos más importantes de mi vida, sus manos.
          Un golpe seco me hace de nuevo atravesar bajo la lluvia y volver al hoy, pero yo me resisto a volver y sigo empapada de recuerdos en la vieja ventana, ahora veo mi triciclo vagando solo por la habitación. ¿Qué espera? ¿a quien espera? Seguro que a otro niño con las mismas ganas e ilusión de empezar la aventura de la vida.


MARÍA PÉREZ GARCÍA. 19/11/2013

domingo, 15 de diciembre de 2013

Carta de Amor

         Querido amigo, cuantos años estando a tu lado, cuantos momentos  de relax y paz junto a ti. Eras el centro de encuentro de todos nosotros, junto a ti se han declarado amores y destrozado corazones. Pero nunca me fijé en la importancia que tu presencia representaba. Siempre  estabas ahí, firme y fuerte, con tus brazos extendidos a todo aquel que a tu buena sombra se cobijaba. Has sido capaz de burlar el paso del tiempo, siempre  fuerte y seguro como una roca, has soportado grandes tempestades, fríos y heladas, mientras tus ramas se peleaban con el viento, tus raíces profundas, se abrazaban a la buena tierra y tus tallos altos, queriendo acariciar el cielo. Estabas presente pero no te veía.
         Nunca pensé que me causara tanto dolor verte tirado, tus fuertes ramas cargadas aún de vida, agonizan entre la maleza. La mano del hombre ha hecho que el filo de su hacha dañe tus entrañas. Tus raíces fuera de la tierra me dan escalofríos, te veo desvalido y sin vida, ya no me das el aire puro que mis pulmones necesitan, es mi corazón el que ahora llora por tu ausencia. Nunca creí que esto me causara tanto dolor, una lagrima resbala por mi mejilla mientras intento acercarme a tus débiles y frágiles tallos. Sola delante de ti, querido amigo, me pregunto ¿será esto amor? Quisiera que me contestaras con el sonido del aire azotando en tus ramas, pero solo tengo por respuesta el silencio.
Ahora quiero verte pero tú ya no estás.          

MARÍA PÉREZ GARCÍA 24 /10 /2013.

sábado, 2 de noviembre de 2013

El destino de una estrella fugaz




         Había una vez una enorme casa situada en medio de un valle. la casa estaba  rodeada de grandes jardines y en medio de ellos había  un bonito lago.

         A mi madre y a mí nos gustaba dar largos paseos en bicicleta, y nos encantaba pasar por allí porque sus caminos eran largos y llanos. Cada viernes por la tarde solíamos hacer juntas esos placenteros paseos.
         En la primavera todo estaba lleno de flores, de vida y de luz, hasta el gran picaporte de cara de león triste que colgaba de la puerta de la mansión, parecía sonreírme cuando pasábamos frente a él. Cuando las hojas se caen y los tonos rojizos envuelven el paisaje, todo parece cambiar incluso la luz parece misteriosa. Una tarde de lluvia decidí pasear yo sola con mi perro Panchi, porque a éste le gustaba la lluvia, le encantaba que las gotas de ésta resbalaran por su largo pelo. Al pasar frente la cara de león triste, Panchi se puso a ladrar y muy nervioso, miré hacia la puerta y vi que el picaporte me hacía señales con sus ojos enrojecidos. Mi boca se quedó abierta al igual que mis ojos. ¡El picaporte me estaba llamando! ¿Estaría soñando?, pero no, la lluvia caía en mi cara y era muy real. Al principio me asusté, pero pronto comprendí que no tenía nada que temer, que era completamente inofensivo, solo quería llamar mi atención y hablar conmigo.. Me acerqué con mucha cautela y pude comprobar que el león triste me estaba pidiendo que me acercara a él. Lo hice con bastante precaución, dando pequeños pasos hacia la enorme puerta y entonces me dijo:
         - Tenía ganas de verte a solas por aquí, porque sólo tú podrás ayudarme, gracias a tu pureza e inocencia.
         - ¿Cómo te puedo ayudar? Le pregunté.
         - Es muy sencillo, solo tienes que acariciarme con tu mano mi colmillo izquierdo. Sólo de esa manera podré despegarme de ésta enorme puerta en la que llevo pegado más de cien años.
         - ¿Pero qué harás tu fuera de tu lugar?
         - Mi sitio está muy lejos de aquí, ¿has oído hablar del carro de estrellas?
Yo formaba parte de él, pero un día tortuoso de lluvia de estrellas y meteoritos, me alejé de ese carro, que es llevado por mis padres y hermanos, y me caí al fondo de este lago. El contacto con el agua hizo que mi rostro se fundiera en un duro metal. Pasé muchos años sumergido en las aguas tranquilas del lago, pero un día un niño me encontró y lejos de ser puro e inocente, hizo que me pegaran a esta puerta para anunciar la llegada de sus comensales. Nunca nadie después a creído en mí, ni siquiera se han fijado en mi existencia, pero mucho menos escucharme como tú lo estás haciendo, por eso me he atrevido a pedirte este favor.
         Sin pensármelo dos veces me acerqué y le toqué su colmillo izquierdo. Nunca  pensé que mis ojos pudieran disfrutar de semejante espectáculo. 
Agarré fuerte a mi perro, la lluvia cesó, las nubes se abrieron y un cielo lleno de estrellas brillaba sobre nuestras cabezas, pero sobre todo seis estrellas que relucían más que las demás. De pronto  del fondo del lago salió una reluciente  escalera  tan larga que se fundía en el infinito. La cara del león ya no era triste, se estaba convirtiendo en un precioso cachorro que corría hasta  esa escalera que lo reclamaba, en mitad del camino se detuvo, miró atrás y me dijo:
         - Desde este momento cuando mires las estrellas yo estaré ahí y velaré por ti, cuando veas una estrella fugaz pide un deseo que yo lo escucharé.
         Vi como alcanzó esa enorme escalera que parecía engullirlo hacia el inmenso cielo. Cuando ya no podía verlo, todo volvió a la normalidad. De nuevo la lluvia mojaba mi cara y mi boca volvía a su posición. Miré la majestuosa puerta y vi que ya no colgaba una cara de león sino una mano de niña, que desde ahora sería la encargada de anunciar la llegada de huéspedes.  Cogí a mi perro y volvimos corriendo a casa, mi madre estaría enfadada porque había tardado mucho. Pensé  en contarle lo ocurrido pero decidí que este sería mi secreto, y lo guardé para siempre en mí.
         Cuando salimos a pasear juntas los viernes por la tarde y pasamos delante de la enorme puerta mi madre me dice:
         -No sé quién habrá quitado el picaporte tan bonito que había y han puesto esta simple mano.
         Yo sonreía y miraba hacia arriba, donde se que ahora hay siete estrellas en el universo que brillan más que ninguna.