Me levanto y miro por mi ventana. Veo un hermoso día.
Brilla el sol, el cielo está limpio. Todo parece normal. Pero no es así.
Ahí fuera está muriendo gente, mucha gente. Hay familias
enteras rotas, sufriendo, porque nos enfrentamos a un enemigo que no tiene
compasión. Lo mismo mata a jóvenes que al que no lo es. Este malvado bicho, se
ha cegado especialmente con los mayores. Con aquellos niños que tuvieron que
vivir y presenciar una guerra civil. Vieron como se enfrentaban padres e hijos,
y se mataban entre hermanos.
Soportaron una postguerra, donde la miseria y el hambre los
azotó. Se hicieron una generación fuerte ante tanta desgracia, aunque sus
corazones y alma estaban dañados, ellos seguían ahí.
Vivieron una dictadura, donde su voz tenía que estar
dormida. El miedo y el castigo reinaba en la sociedad.
Ellos fueron los que votaron por una democracia, donde el país
ya podía opinar, y hoy todos podemos disfrutar.
Nuestros héroes se nos hacen mayores, pero aún les toca
vivir una gran crisis, y vuelven a ser ellos, con su valentía y estirando su
pensión, los que acogen a las familias, los que ayudan a sobrevivir, los que
dicen donde comen tres comen seis.
Me entristece ver, como ahora en su última etapa, de nuevo
la desgracia se ceba con ellos. Este virus les está atacando y les está
matando. Se van sin un último beso, sin un abrazo ni un adiós de sus seres más
queridos, de esos por los que tanto han luchado. No se merecen esto.
Pero aún así nos dan ánimo a seguir adelante. Veo a través de
los medios de comunicación como hay mujeres de ochenta y cuatro o más años, que
se levantan por las mañanas y llenan sus solitarios días con la actividad de
sentarse delante de su máquina de coser y ponerse a trabajar. Hacen mascarillas
para proteger a sus familiares y vecinos de este virus. Ellos todavía nos dan fuerzas
y ánimos para luchar contra este enemigo invisible, que tanto daño está
haciendo.
Yo, dentro de mis posibilidades, quiero rendirles un homenaje
a ellos, a los que tanto lucharon por todos y aún nos siguen enseñando a
resistir. Les quiero ayudar de la única manera que ahora se puede, que es, no
saliendo de casa.
MARÍA PÉREZ GARCÍA 29/03/2020
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