sábado, 30 de abril de 2022

A MI MADRE

 

“Tengo miedo”, desde hace un tiempo, solo escucho “tengo miedo”. Admito que soy una de esas personas que lo sienten. La incertidumbre me agacha, me hace pequeña y débil. Me gustaría cerrar los ojos y sentirme protegida, como cuando era pequeña. Recuerdo que siempre, llegaba una neblina cremosa de sonido azul y un olor como a fresas doradas cuando se acercaba mi madre. Entonces sabía que estaba protegida, el miedo se marchaba envuelto en una nube fugaz.

            ¡Como echo de menos su voz aterciopelada, sus manos irradiando ternura y serenidad!

 -Todo irá bien.

 Con un beso en mi frente y sintiendo su calor a través de la ropa de mi cama, cerraba los ojos y mis sueños volaban felices y despreocupados.

            Necesito ese sonido blanco que producían mis sabanas al arroparme. Necesito cerrar mis ojos y despertar tranquila, sin miedo, sin angustia. Pero eso tan solo mi madre me lo proporcionaba.

            Nunca te olvidaré mama, allá donde estés.

 

 

 

MARÍA PÉREZ GARCÍA

2 comentarios:

  1. Se van pero permanecen en los recuerdos

    ResponderEliminar
  2. Así es. Esperemos que los recuerdos no nos abandonen. Son nuestra vida. Gracias por tu comentario.

    ResponderEliminar