lunes, 25 de junio de 2012

Un paseo por el recuerdo









UN PASEO POR EL RECUERDO


 “El tiempo pasa que no te das cuenta”, decía mi madre. Ahora veo la realidad de esa frase porque los años se escapan sin poder detenerlos. De nuevo está aquí el mes de abril, y de nuevo mi cumpleaños, sumando un año más a los muchos que ya tengo. Hoy he querido celebrarlo con mis amigas tomándonos un café en casa y hablando de nuestro pasado y un poco del presente. Mi amiga Ana, siempre tan amable, me ha regalado un libro que dice que se lo han aconsejado en la librería de su barrio. Dice que es uno de los más vendidos, pero yo si te digo la verdad, no me suena de nada, aunque el título ya me llama un poco la atención. Un paseo por el recuerdo.
Cuando mis amigas se han ido, me he puesto cómoda  ahuecando  las almohadas de mi cama, y dirigiendo la luz de mi lamparita  al libro que tengo entre mis manos y que me dispongo a leer. Yo se que todos los libros al empezar suelen ser un poco aburridos, pero éste tiene algo que me llama poderosamente la atención nada más empezarlo. El libro habla de una niña de doce años que su pasión es la gimnasia rítmica, ya en el colegio es la primera en éste deporte, pero ella quiere más. Su madre la lleva todos los días a entrenar a un gimnasio cercano donde  hay un grupo de gimnastas. Pronto se hace destacar por su elegancia y la facilidad con que combina sus movimientos y el ritmo.
Su entrenadora se vuelca en ella y la prepara para competir en pequeños eventos deportivos. Siempre queda en el número uno porque la combinación del ritmo y sus movimientos son perfectos.
–¡Dios mío! Pero si ésta niña es igual a mí. Parece que están describiendo mi niñez. No podía dejar de leer porque cada vez estaba más convencida de que es mi vida la que está reflejada en este libro. Sigo leyendo con mucha curiosidad.
Sara (a pesar de su juventud) se prepara para una competición para clubes en Europa. Su esfuerzo es grande, todos los días tiene que entrenar fuerte para ser la mejor. A los pocos años su esfuerzo se vio recompensado porque ganó el campeonato Mundial de gimnasia rítmica en Budapest. Este acontecimiento le ayudó mucho a seguir esforzándose por el deporte que mas amaba, aunque esto le hacía tener una vida diferente  a cualquier otra adolescente, pero eso a ella no le importaba. Participó en otras muchas competiciones, ganando cada una de ellas. Su meta estaba en llegar a las olimpiadas y ganar una medalla de oro para su país (España).
Su especialidad era la pelota, sus movimientos se deslizaban como una pluma, la agarraba  con una elegancia y delicadeza que hacía que hubiera una relación sensual entre su cuerpo y el implemento, sus lanzamientos eran espectaculares y con pleno control.
Ya estaba preparada para enfrentarse a las olimpiadas, pero un día en el entrenamiento, su lanzamiento falló y un golpe en la cabeza le segó de pronto todas sus aspiraciones, ahora se notaba como un punto que gira a cámara lenta con un balón pesado bajo su piel.
Sara estuvo en coma seis largos meses, cuando abrió de nuevo los ojos se encontró con todas sus ilusiones fallidas. Su vida ya no era la vida que ella había escogido, tuvo que aprender de nuevo a caminar, hablar y sobre todo a sentir de otra manera. Su nueva vida tuvo que llevarla por otras laderas que fueran adecuadas a su estado actual, una parte de su cuerpo estaba paralizado.
 Pasaron cinco años de duro entrenamiento con intensas y dolorosas sesiones de rehabilitación diaria, hasta que pudo hacer que su cuerpo volviera de nuevo a funcionar, aunque ella sabía que ya no sería la misma, pero  no desistiría. Todos tenemos un sueño y ella era fiel al suyo, dedicó su vida a entrenar a niñas que tenían la misma ilusión por la gimnasia rítmica que ella y con esfuerzo y perseverancia, se convirtió en la entrenadora más famosa de gimnastas. Acudía con ellas a cada campeonato, a cada competición, hasta que por fin  se vio reflejada con una de sus alumnas en los juegos olímpicos de Atlanta, ganando la medalla de oro para su país (España).
Cuando estaba acariciando la medalla de oro, el tacto del frío metal le hizo despertar de su sueño y ver que el libro que estaba leyendo aún estaba por la primera página. Sara sonrió y dijo –  mi vida la tengo escrita en mi memoria en forma de novela, y me siento feliz de pensar que hoy en día la gimnasia rítmica es uno de los deportes más practicados entre las niñas y adolescentes, y yo estoy orgullosa de haber contribuido a ello.



MARÍA PÉREZ GARCÍA, 4/O6/2012.

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