viernes, 26 de julio de 2019

LA IMPORTANCIA DE UN ABUELO PARA UN NIÑO





Habían pasado muchos años y Josefa aún recordaba las tardes de conversación y vivencias que el abuelo tenía con sus hijas. Ella sabía que los valores que le inculcaba estarían siempre presentes en sus vidas. Aquellas tardes en que ella se iba, pero con la tranquilidad de que el abuelo estaba allí. Sabía que el amor que sentía por sus nietas eran igual que si fuesen sus propias hijas. Así es que todo ese amor sin duda beneficiaría a sus hijas que como todos los niño/as necesitan sentirse valoradas y queridas.
El abuelo era un hombre sabio (como todos los abuelos) y les daba lecciones de vida cada día a su hija y sus nietas. Las nietas le querían mucho. Les gustaba que les contara historias de su vida. Una vida muy diferente a la que hoy se vive. Les contaba que no fue nada fácil, con una media sonrisa, pero al fin y al cabo es que la vida nunca lo es.
-       Abuelo, ¿tú no tenías un móvil?
No hija no, eso no sabíamos lo que era. Esas cosas las tenéis ahora, y lo veis muy normal. Cuando yo era joven no teníamos ni teléfono. Pensábamos que llegaría el día en que se podría hablar con las personas que están muy lejos. También nos llegaba algunas veces la idea de que en un futuro muy muy lejano también podrían verse. Aquello era ciencia ficción. Ahora me he adaptado a el y a las redes sociales, porque si no, no estoy a vuestra altura.
Las nietas con unos ojitos muy abiertos escuchaban muy atentas al abuelo, que seguía contestando sus inocentes e interesantes preguntas.
-       Mi mamá y mi papá están siempre hablando por teléfono. ¿Cómo hablabas tu con la abuela?
Yo conocí a tu abuela en un baile del barrio. Se celebraba la festividad de s. Isidro y todos los vecinos y demás chicos del pueblo se acercaban al barrio para bailar y conocer a las muchachas. A dicho baile las chicas no podían ir solas. Tenían que ir acompañadas de sus padres, y si querías bailar con ellas les tenías que pedir permiso a ellos. Si te veían con buenas intenciones entonces te dejaban bailar con su hija. El respeto siempre tiene que ir por delante de una persona. Vuestra abuela era la mas bonita de la fiesta. Cuando la vi ya supe que la quería. Bailamos juntos y hablamos mucho, pero siempre bajo la mirada de sus padres. Desde aquel día no dejamos de hablarnos, pero siempre de cara, nunca a través de ningún teléfono. Nos conocíamos muy bien. A veces nos quedábamos callados, con la mirada perdida a través de la ventana. Nos preguntábamos que sería lo que estábamos pensando, pero como han sido muchas las historias vividas y contadas, ya nos lo podíamos imaginar, y ahí estábamos el uno y el otro para apoyarnos.
 Yo ahora veo que os juntáis los amigos y cada uno tiene un teléfono en la mano y están hablando o escribiendo en él. Tanta comunicación y sin nada que decir. Los amigos o las parejas ya no hablan de ningún tema interesante, solo a través del móvil. Es lo que tenemos que pagar por el progreso y la tecnología.
-       ¿Quién te llevaba a ti al cole? Mi mamá y mi papá trabajan y tu nos tienes que acompañar. ¿Tus abuelitos te llevaba a ti?
Noo, mis abuelitos trabajaban en el campo, al igual que mis padres. Yo no podía ir al cole porque no había todos los días. Cuando había ya me encargaba yo de ir solito, si es que me dejaban ir. Entonces no había ni coches ni grandes distancias. Ahora las distancias son muy grandes y mucha gente. No te puedes fiar de nadie. Los niños tenéis que ir acompañados. Otro fenómeno del progreso.
-       Abuelo, queremos agradecerte los ratos de compañía pasados contigo. Las historias que nos cuentas y la labor que haces con nosotros. Tenemos mucho que aprender, pero tu nos enseñas la realidad de la vida, la importancia de los valores humanos y como ser sobre todo y ante todo buenas personas. GRACIAS ABUELO.
El abuelo ante estas palabras inesperadas de sus nietas, no pudo mas que emocionarse y abrirles sus brazos y fundirse en un cálido y sincero abrazo de abuelo y nietas.

PD. La importancia de un abuelo para un niño. El niño madura, el abuelo recuerda y vive de nuevo sus infancia y juventud alejando la soledad. Los nietos piensan que siempre hacen el mejor equipo.



MARÍA PÉREZ


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