sábado, 27 de julio de 2019

LA SARDINILLA AZULITA



Debajo de esas aguas cristalinas que podemos ver en el mar, hay un sinfín de animalitos que los humanos desconocemos. Cada uno disfrutando de sus vidas y sus aventuras en el mundo submarino. Hay un grupo de pececitos que van siempre juntos a todas partes. Son las sardinas y a eso se le llama banco de peces. Van siempre unidas a todos sitios, al cole, a dar un paseo, a comer, a las fiestas. Todo esto está muy bien, pero hay un inconveniente, y es que son muy llamativas para sus depredadores. Se ven mucho.
Una tarde estaban paseando y de pronto muchas gaviotas se lanzaron a por ellas. Tenían hambre y querían comer. Todas las gaviotas cogieron una, pero la gaviota violeta, no se comió la suya. Viajó con ella en su pico y llegó a un lugar donde todo era de hielo. Violeta estaba salvando a las sardinas y las llevaba a un lugar seguro donde nadie les haría daño, y así serian felices.
La sardina Lola era la mayor de todas, y salió a saludarla. Veía poco, pero percibió que era una joven sardinilla asustada. Le dijo que no se preocupara que había llegado al lugar perfecto. Azulita, que así se llamaba la sardinilla, estaba muy asustada, tenía miedo y mucho frío. Lola le dijo que sus compañeras la estaban esperando. Fue a saludarlas y todas le hicieron una gran bienvenida, pero azulita seguía triste y con frío. Lola pensó que entre tosas le harían una gran fiesta y de esa manera se animaría. Pero no sabían que hacer, así es que preguntaron al hada de hielo y ésta, muy contenta los animó hacer una fiesta de disfraces. Todas se disfrazarían de flores. De esta forma daría color y calor a la ciudad.
Se pusieron muy contentas y cuando llegó el momento, el hada mágica cogió su barita y a todas les puso un bonito disfraz de llamativas flores.
Lola era una preciosa rosa, azulita una gran margarita con sus pétalos amarillos y sus labios rojos. Ella se veía guapa. Había infinidad de flores, rosas de todos los colores, claveles, azucenas, tulipanes, un mar lleno de color entre tanto hielo blanco.
Pasó la fiesta y todos lo pasaron muy bien, pero al cabo de unos días azulita lloraba, echaba de menos el mar, nadar entre todos los peces, ver el fondo marino. Necesitaba nadar. Todas sus compañeras decían lo mismo, que necesitaban el agua y mover sus colitas entre las algas marinas. Lola a pesar de ser la mas antigua y acostumbrada al hielo, en el fondo también echaba de menos el mar.
Hubo una junta de todas las sardinas y decidieron hablar con su hada mágica y contarle sus problemas. Cuando se reunieron y le contaron lo que pensaban, esta que era muy buena, cogió su barita mágica y convirtió todo el lugar de hielo en agua, convirtiéndose así en un gran océano donde todas las sardinas fueron felices volviendo al lugar de donde procedían, pero se llevaron con ellas a su hada, que se convirtió en el hada mágica de los mares, librándolas a todas de cualquier peligro.
COLORIN COLORADO ESTE CUENTO SE HA ACABADO.


MARÍA PÉREZ GARCÍA

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