miércoles, 1 de octubre de 2014

Carta para mi sobrino en su boda

PARA ALEJANDRO Y EVA
  
     Quisiera leeros algún poema bonito para esta ocasión, pero cuando me puse a buscarlo, no encontré ninguno que fuera apropiado para el momento que estamos compartiendo. A si es que de mi propia cosecha, y con unas simples palabras quiero decirte Alejandro que la imagen que tengo de ese niño pequeño (tan reforzada ahora con tu hijo) que venía al pueblo y que con tanto cariño esperábamos, porque veíamos como disfrutabas de cada momento pasado en familia y entre amigos, amigos que has sabido guardar hasta estos días. Esa imagen se me borra para dar paso a otra muy diferente. Aunque aún te recuerdo jugando por nuestro barrio y también porque no decirlo huyendo de las avispas, porque para una que te picó, creo que te dejó marcado para siempre. Todavía creo que las ves y corres.
    De lo que no te veo correr y te veo con la cabeza bien sentada es del paso que habéis decidido dar como es el de uniros para siempre en el matrimonio. Hay momentos en la vida en que todos creemos que el amor no va a llamar a nuestra puerta, pero un día el amor llamó a la tuya y ahí estaba Eva dispuesta acompañarte el resto de tu vida.
     Hubo un momento en el que sentiste que no podrías hacer cosas importantes, ahora te sorprendes a ti mismo mirando alrededor y viendo todo lo que tienes y has formado. Creo que has conseguido lo más importante en la vida, y es tu propia familia, y con este acto en el que estamos todos acompañándote, tú quieres financiar y fortalecer estos cimientos para que nunca se derriben.
    Estoy segura que la vida os dará algún que otro problema, porque el camino a recorrer, también tiene piedras en las que podéis tropezar, pero antes de caer siempre estará vuestra mano extendida para ayudaros y levantaros.. Vuestro amor será la luz que os guie en los momentos más oscuros, y cuando tengáis el alma cansada y  los días sean grises y amargos, que no os importe nada, porque los dos estaréis unidos para afrontar cada tempestad que llegue a vuestra vida, porque la vida es lucha que hay que aceptar pero también, es un tesoro que tenemos que cuidar, y la mejor forma de cuidarlo es estando junto a la persona que hemos elegido para vivirla y defenderla.
     Yo no podré evitaros caídas, ni evitaros problemas cotidianos, pero  hay algo que si  puedo hacer y es estar siempre aquí dispuesta a ser un pilar fuerte de vuestra construcción, a escucharos y apoyaros en momentos cruciales. Para lo bueno y para lo malo sabéis que siempre estará ahí la tita Maru.
    Muchas felicidades y que seáis muy felices.


MARÍA PÉREZ GARCÍA 20/9/2014

No hay comentarios:

Publicar un comentario